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miércoles, 22 de junio de 2016

Bésame...

Nunca te dije, pero tus labios en mi cuerpo fueron como una experiencia casi sobrenatural... Mientras trazabas caminos con la saliva que soltaban tus labios en mi cuello, mi enrredo se deshilaba; caóticamente, enrredando más mi mente, & desenrredando mis instintos. Mis ganas de atacarte con mi boca crecían cada vez más; quería sanarte con el llanto de mi hambre... Hambre de ti. Puede que suene perversa o que pienses de mi distinto luego de leer esta confesión, pero para mi besarte fue crear arte. Me imaginaba que mis labios eran pinceles, & yo iba pintándote de mis colores favoritos. Iba paseando desde tu cuello hasta tu boca; de tu boca a tu frente, de tu suelo a tu cielo. Recuerdo perfectamente los colores que veía mientras tus ojos me anonaban; una mezcla de violeta, azul & rosa; colores que encuentras en la más bella aurora. Me gustaría decirte que besas increíble, o que quisiera besarte miles de veces más, o que cuando tu boca se acerca a la mia, ese instante cuando nuestras respiraciones se convierten en una, es el momento donde sé que no podría vivir sin llevarme tu sabor a mis labios... Pero nunca podría decirte eso, aunque sea la verdad... Preferiría decirte que quiero besarte hasta que mis labios sepan a los tuyos; que odiaría dejar besos en mis ojos cuando se queden mirando tus labios. Te explicaría lo que siento, pero ni el arte más puro podría comprender esto. Me enamoré del sabor de tus labios, pero eso fue justo luego de que tus palabras me atraparan.

Afortunada tú, pequeña...

Afortunada tú, pequeña... que cargas llamas en las pecas, que llevas sueños en los ojos & las lagrimas, toditas las sueltas.
Afortunada tú, que no piensas en él, que guías en la noche por horas sin que te importe que te procuren, que llevas miedos escondidos debajo de la almohada, que nadie más los conoce, excepto él.
Afortunada tú, que eres su dueña... que en ti es en quien único piensa. Que te escribe poemas que nunca te muestra, que gasta su tiempo contandole de ti a las estrellas, que se acuesta tarde soñandote despierto, que duerme mucho para besarte en los sueños, que se despierta contigo pegado en la mente, que eres la gravedad en su mundo, que lo llevas al suelo cuando no te siente, que trata de olvidarte, pero no puede...
Afortunada tú, pequeña...

Lunita

 Es solo otra noche, & te contemplo como siempre. Me llenas con tu luz, me vacías con las dudas... ¿Tú me escuchas? ¿O es cierto eso de que el sonido no puede viajar tan lejos? Si es eso cierto, ¿Cuán alto tengo que gritar para que me escuches? ¿Estás consciente de mi presencia ante ti? ¿O soy invisible para ti? ¿Sabes que existo? ¿Escuchas mis secretos?... O talvez simplemente te hablo & espero que me escuches... Me gustaría que me escucharas... Pensar que mis secretos los guarda la luna en uno de sus bolsillos, pensar que me gusta enrredarte en mi pelo con recuerdos. ¿Qué es lo que haces allá arriba mientras te sientas en la alfombra del cielo? ¿Cuál es tu misión en este universo? ¿Será que tienes fecha de expiración o eres eterno? Solo es otra noche, pero de nuevo te contemplo... No te cuento nuevos secretos, de esos no tengo. Pienso que realmente no existen los secretos, nisiquiera los que guardas en tus ventanas o las palabras que personas con orgullo te declaran pero no vuelven a pronunciar. Un secreto es un simple concepto, asi como el tiempo... Fueron creados para que las personas se ocultaran tras el silencio, para que no puedan decifrar una historia al hablar... Para que los demás tuvieran que quedarse un rato más largo para buscar maneras para desnudarlos de ellos. ¿A quien le cuentas mis secretos?... Lastima que no puedas contestarme nada de esto. Talvez en otra vida me toque ser la luna, & pueda contestarme yo misma todas las preguntas que una vez te hice a ti... Talvez entonces sea yo quien guarde secretos de almas que viven acá abajo... O deje perderlos en el universo.